jueves, 11 de febrero de 2010

Frankenstein Educador



En este libro, el autor Philippe Meirieu, hace una invitación a cambiar la concepción de la educación como fabrica, dicho cambio es definido por él como La Revolución Copérnica, en donde el centro de la educación sea la relación que lleva el sujeto con el mundo que lo rodea.

El autor sugiere siete condiciones o exigencias para lograr una real Revolución Copérnica, en la que la función de la educación sea permitir al sujeto construirse a si mismo, “hacerse a si mismo” (según fórmula de Pestalozzi, 1797).
La primera es la renunciar a convertir la relación de filiación en una relación de causalidad o de posesión. No se trata de fabricar un ser que satisfaga todos nuestros gustos de poder o de narcisismo, sino de acoger a aquel que llega como un sujeto que esta inscrito en una historia pero que, al mismo tiempo, representa la promesa de una superación radical de esa historia.
La segunda, se refiere a comprender que el que llega no puede ser moldeado a mi gusto, ni en él me puedo proyectar, es aceptar y entrar en la lógica de que ese sujeto que esta a cargo del educador no ha de ser una fabricación ni un invento de este.
La tercera, es aceptar que la transmisión de saberes no se hace de forma mecánica, sino que es una construcción continua de conocimientos que hace cada sujeto a partir de su propia historia, del mundo que lo rodea y de los deseos que lo atraviesen.
La cuarta, consiste en constatar, sin amarguras ni quejas, que nadie puede ponerse en el lugar del otro y que todo aprendizaje supone una decisión personal irreducible del que aprende. Es decisión propia del sujeto que esta en proceso de aprendizaje.
La quinta, exigencia es la de no confundir el no-poder del educador en lo que hace a la decisión de aprender y el poder que si tiene sobre las condiciones que posibilitan esa condición. Si bien la pedagogía no podrá jamás desencadenar mecánicamente un aprendizaje, es cosa suya el crear “espacios de seguridad” en los que un sujeto pueda atreverse a “hacer algo que no sabe hacer para aprender a hacerlo”. Esa cosa suya, también, el inscribirse proposiciones de aprendizaje problemas vivos que les den sentido
La sexta, consiste en inscribir en le seno de toda actividad educativa la cuestión de la autonomía del sujeto. La autonomía se adquiere en el curso de toda educación, cada vez que una persona se apropia de un saber y lo comienza hacer suyo, lo reutiliza por su cuenta y lo reinvierte en otra parte. Esa operación de apropiación y reutilización no es un “suplemento del alma”, un añadido a una enseñanza que se haría, sino que es aquello que debe presidir la organización misma de toda empresa educativa. Es hablando con propiedad, aquello por lo cual una transacción humana es educativa.
Y la séptima, es asumir la insostenible ligereza de la pedagogía. Dado que en ella el hombre admite su poder sobre el otro, dado que todo encuentro educativo es irreducible singular, dado que el pedagogo no actúa más que sobre las condiciones que permiten a aquel al que educa.

REALIZADO POR. ADRIANA MARÍA SOSA BETANCUR
BASADO EN: Frankenstein Educador

3 comentarios:

  1. Creo que lograron el objetivo de las fichas que para este trabajo se realizaron, ya que muestran lo específico acerca del libro que público el autor Philippe Meirieu...muy bien con el ejercicio de escritura que lograron; para complementarlo deberian mostrar su punto de vista del trabajo de Philippe Meirieu.

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  2. Hago anotación de los videos que muestra el blog, no se cual era la intención pues no veo la relación con el tema y los videos que percibo.
    Deben actualizar el enlace pues lo mismo me sucedió en mi blog.

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  3. Muy chevere... Se ve interesante el libro, hasta me gustaría leerlo....

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