miércoles, 10 de febrero de 2010

Perspectiva psicopedagógica del límite


Los niños devienen tiranos si no se les pone límites, si no se les enseña el respeto por los otros y por la ley, ni se les enseña a ser responsables de sus acciones¿Cómo criar a los hijos para que no se conviertan en tiranos? Especialistas del mundo desarrollado sostuvieron una idea peligrosa en tiempos en que la tolerancia comenzaba a generar contradicciones: el remedio recomendado fue ponerle fin a la pedagogía de la permisividad. Esta pedagogía, según ellos, había dejado a los niños estancados en una fase de su desarrollo, caracterizada por el narcisismo infantil. La crianza indulgente y horizontal había producido durante los últimos quince años consecuencias nefastas la dificultad para asumir responsabilidades, límites y respeto por los demás. Los niños, y cualquier sujeto humano, cualquiera sea su edad, devienen ‘tiranos’ si no se les ponen límites, si no se les enseña el respeto por los otros y por la ley, si no se les piden esfuerzos y trabajo, si no se les enseña a ser responsables de sus acciones”. El psiquiatra alemán Michael Winterhoff plantea en su reciente best seller ¿Por qué los niños se convierten en tiranos? que la fase narcisista normalmente debe durar entre los 10 y 16 meses de edad, pero desde hace un tiempo se ha encontrado en su consultorio con niños mucho mayores que parecen no haber salido de ese punto. “En ese período de desarrollo, el niño no distingue todavía entre cosas y personas, por lo que no tiene ninguna sensación de respeto hacia los otros. El único principio que rige el comportamiento en esa fase es el principio del deseo”, escribe W. “La función primordial de un niño es apropiarse de todo. ‘Esto es mío’, dicen todo el tiempo.El entorno se somete a ellos y controlan las instancias del contexto. Son sometedores natos. Necesitan un marco que los contenga, necesitan aprender a esperar y a manejar la frustración.El determinar límites e imponer rutinas implica, naturalmente, asumir conflictos que, según Winterhoff, muchos padres prefieren evitar porque, para compensar los problemas que tienen en otros ámbitos de sus vidas, quieren mantener con sus hijos unas relaciones armónicas y renuncian al papel de guías. La evidencia. “Si hay niños tiranos es porque hay padres inmaduros. Quieren ser más amigos de sus hijos que distantes y distintos. Ser padre es educar, contener, poner límites.Hay que volver a la función educativa del no. El no en sí no es ‘traumático’, es humanizante. Lacan señalaba que, desde muy temprano, un niño sabe distinguir entre un límite y una brutalidad contra él, y la experiencia muestra que esto es así. El ‘no’ opera una pérdida, y la pérdida es constituyente de nuestra capacidad simbólica, o sea de lo que nos hace los únicos animales inteligentes.”Por su parte el rol de padres y de adultos requiere establecer una relación asimétrica con los niños y los jóvenes; hacerla totalmente simétrica significa una renuncia peligrosa a ejercer el poder benigno y protector que ese papel requiere. Las consecuencias son una familia acéfala y niños desprotegidos que desarrollan problemas de conducta o trastornos de personalidad. Los niños que carecen de límites pueden llegar a ser adolescentes con conductas autodestructivas: manejar en exceso de velocidad, drogarse, alcoholizarse...”
ELABORADO POR; HILDA MILENA VILLEGAS
FUENTE BIBLIOGRAFICA; www.enpsicopedagogia.com
www.enpsicopedagogia.com/2009/11/como-hacer-que-los-hijos-respeten-los.html

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