jueves, 11 de febrero de 2010

Los Límites no son un juego


Poner límites claros y razonables es una de las tareas para que los niños/as no se conviertan en pequeños/as “tiranos/as” y aprendan a convivir con los demás.
Los Limites no son un juego, sino una responsabilidad de todo/as y por tanto debemos asumir con firmeza los momentos difíciles que se nos presenten con los niños y niñas; para así favorecer su educación y desarrollo.
Algunos consejos prácticos a la hora de poner límites a los/las hijos/as son los siguientes:
1. Mostrar objetividad. Es frecuente oír: “pórtate bien" o “sé bueno". Dichas expresiones pueden resultar imprecisas. Los/las niños/as lo entenderán mejor si se ponen las normas de una forma más concreta ("habla bajito en la biblioteca " o “dame la mano para cruzar la calle").
2. Ofrecer opciones. Dar a los/las niños/as la oportunidad limitada de decidir cómo cumplir las "órdenes". Así sienten una sensación de poder y control, reduciendo las resistencias ("es la hora de vestirse, ¿quieres elegir un traje, o lo hago yo?”).
3. Ser firmes. Ejecutar con voz segura, sin gritos, y con mirada seria en la cara lo que se quiere hacer cumplir (“vete a tu habitación ahora" o "¡para!, los juguetes no son para tirar").
4. Acentuar lo positivo. Expresiones como el "no" o "para!" dicen lo que es inaceptable pero no explican qué comportamiento se debería tener. Es más oportuno decir a un/una niño/a lo que debe hacer (“habla bajo") antes de lo que no debe hacer (“no grites").
5. Mantenerse al margen. Cuándo se dice "quiero que te vayas a la cama ahora mismo", se está creando una lucha de poder personal con los/las niños/as. Una buena estrategia es hacer constar la regla de una forma impersonal (“son las 8, hora de acostarse" y se le enseña el reloj).
6. Explicar el porqué. Evitar dar una larga explicación que les distraiga, es decir, manifestar la razón en pocas palabras (“no muerdas a las personas. Eso les hará daño" o “si tiras los juguetes de otros niños, ellos se sentirán tristes porque les gustaría jugar con ellos").
7. Sugerir una alternativa. Así aprenden que sus sentimientos y deseos son aceptables ("no sé si te gustaría mi pintalabios, pero eso es para los labios y no para jugar. Aquí tienes un lápiz y papel a cambio" o “no te puedo dar un caramelo antes de la cena, pero te puedo dar un helado de chocolate después".
8. Ser consistente. Las rutinas y reglas de la familia deben ser consistentes días tras día (hora de comer, acostarse, etc.), aunque se esté cansado o indispuesto.
9. Desaprobar la conducta, no al niño/a. Dejar claro a los/las niños/as que la desaprobación está relacionada con su comportamiento y no directamente con ellos/as. En vez de decir “eres malo" (desaprobación del niño/a), se puede decir “no muerdas" (desaprobación de la conducta).
10. Controlar las emociones. Cuando se está muy enfadado, se castiga más seriamente y se puede sin quererlo ser más abusivos verbalmente y/o físicamente.
En conclusión puedo decir que Las familias deben poner las normas que consideren justas, exigir que se cumplan, actuar con seguridad y firmeza, desde el conocimiento de los niños/as y el cariño que tienen a sus hijos e hijas, sabiendo que son el modelo a imitar y sabiendo que la valoración y respeto son una meta y una guía para ellos/aS.

REALIZADA POR: VIVIANA ANDREA METAUTE ESCOBAR.
BASADA EN: http://www.legazpiko-udala.info/web/images/etxadi/cas/2.pdf

5 comentarios:

  1. Cuando se habla de los limites y la norma tanto padres y maestros ponemos cara de angustia porque es un asunto que nos cuesta manejar correctamente. Me parece importante tener siempre en cuenta sugerencias como las que aquí se presentan para orientar de la mejor manera la educación y formación de los niños y niñas sobre todo ahora que existe tanta ambivalencia frente a lo que es “bueno” o es “malo” en el momento de corregir a los hijos o a los estudiantes.
    El blog me gusta y me interesa porque me aporta ideas prácticas para tener en cuenta como madre y como maestra.

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  2. El tema que abordan es de real interès para nuestra labor docente; pues para un maestro de nuestra època el poner la norma en el aula de clase es cada dìa mas difìcil.

    Cito una frase que me pareciò interesante; "Los padres pierden su autoridad cuando ceden para convertirse en colegas de sus hijos. La disciplina consiste en encontrar ese punto de equilibrio en que eres cariñoso con el niño, pero firme cuando tienes que serlo".

    Pienso que algunos maestros estamos teniendo este mismoinconveniente con los estudaintes, queremos ser el amiguito del niño,o la mamà; todo menos el profesor; es decir el sucedaneo del padre, el que instaura la ley desde su saber.

    Excelente el rescate de la importancia que tiene la norma en el aula, en la educaiòn y en la sociedad.

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  3. El tema de todo el blog es de un interés que necesita ser revisado y actualizado continuamente, pues sabemos que la población infantil va adquiriendo nuevos patrones de comportamiento individual y social de acuerdo al tipo de sociedad y realidad contextual en la que se encuentre inmerso y por ello hacer público algunas cosas que pueden verse como la lista mágica para padres y maestros con el fin de obtener mejores espacios que favorezcan el diálogo sano entre estudiantes y maestros.

    Como sugerencia:
    Compañeras me parecen deben revisar estos títulos y ver si no están repetidos con diferente nombre.

    "algunas sugerencias para poner normas en el hogar" y "los límites no son un juego"

    LINA CARTAGENA

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  4. El tema a pesar de estar un poco usado ya, sigue siendo vigente y más en una sociedad en la que cada vez se flexibilizan más las relaciones paterno-filiales y la "infancia" que a veces quisiéramos algunos llamar "infamia", conquista mayores libertades y se vuelve como un barco a la deriva en medio de una sociedad regida por valores desechables y costumbres ligth, en la que todo límite se convierte en indeseable per se.

    Los padres y maestros estamos llamados a librar una gran batalla, una lucha contra las falsas conciencias que lo único que hacen es crear una sensación de omnipotencia y autosuficiencia en los niños, que poco a poco se han convertido casi en verdugos de sus padres (no sin la complacencia de los mismos). Los padres y las madres, son los principales culpables de esta situación, han dejado que se pierda todo límite y que su autoridad sea vilipendiada por los hijos por miedo a diversos factores, en especial por el mal entendido general, que está desencadenando la creciente preocupación por los derechos del niño, y a los extremos que en dicha materia han creado instituciones como la escuela, las ong y la misma familia; en fin, poner norma es cada vez un asunto más difícil y a pesar de los grandes adelantos que en esta materia brindan la psicopedagogía y otras disciplinas, la realidad es que la familia, cada vez se caotiza un poco más.

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  5. El tema tratado en este blog, es de interes, no solo de maestros, sino de padres de familia y la comunidad entera, el hecho de decir que "los limites no son un juego", es dejar en claro que se debe tener el criterio y el amor suficiente por quienes estamos formando que tengamos la capacidad y la autoridad para de una manera seria y clara decir "no", sin dejar que la idea herrada del amor sea el detonador de una autoridad mal efectuada y por ende una futura sociedad con un grave problema de organización y respeto por los demás.

    Es vital tener claro este tema, ya que tenemos el error de caer una falsa conducta dejando que el "sentimiento" haga que creemos seres perversos, sin autoridad ni respeto por la ley, ni por las demás personas.

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